jueves, 24 de febrero de 2011

La brecha digital es un asunto ideológico

Durante el mes de enero asistí a cursos de perfeccionamiento docente sobre integración de Tic. Como cada año, encontré colegas con diversas posturas sobre este tema: los pro, los contra, los desconfiados, los incrédulos, los ilusionados y los desconocedores entre otros. Me sorprendí al constatar que cada año el rango etareo ya no es un factor determinante de ciertas actitudes frente a las  TIC y que la mayoría de los colegios cuenta con cierto equipamiento tecnológico.
Dicho lo anterior, podemos sostener que la edad  de un profesor y el acceso a los medios ya no son los factores que impiden usar tecnologías de la comunicación. El nivel de integración de TIC en la labor docente, depende, en la actualidad, de factores ideológicos, políticos y culturales propios de un docente, directivo, rector cualquiera fuere su rol.
Desde lo ideológico, es clave la concepción que se desarrolle sobre las relaciones humanas y su forma de comunicación. La entrevista y los epistolarios dejaron de ser los únicos medios, ahora hay formas diversas y dispersas para saber de un otro. Más indirectas y menos personales, puede ser, incluso susceptibles de ser intervenidas por terceros, pero mucho más eficientes y rápidas que las de antaño.
Desde lo político, juega un rol primordial la conciencia de que todos somos productores de conocimiento, que estamos haciendo  historia. Tenemos la responsabilidad de desarrollar nuevas ideas de ser más críticos e informados. De usar las tecnologías como medios para la expansión de nuestros propios límites del saber y para potenciar la participación ciudadana.
Imágen: http://estudiacurso.com/page/7/

Desde lo cultural, cito a Marc Bloch en su obra "Apología para la Historia" qien escribió "los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres". ¿Cómo somos los hombres y mujeres de este tiempo? ¿qué aspectos nos diferencian del hombre del medioevo,  del de la revolución francesa o del hombre de la primera guerra mundial?. Tenemos más derechos declarados y elegimos nuestros deberes, tenemos algo más de conciencia de que el planeta es uno solo y debemos vivir, compartir, colaborar  y participar con diversas culturas, algunas radicalmente diferentes a la nuestra y son estas acciones son las que se han visto potenciadas en los últimos 30 años por el desarrollo de tecnologías que nos comunican con el resto del mundo, más allá de las fronteras geográficas. Somos los hombres y mujeres  de la era de la información y la comunicación. Los de la globalización, los de la sociedad del conocimiento.
En síntesis, la ideología, las acciones políticas y nuestra cultura son aspectos que requieren de una mirada y análisis profundo pues constituyen el núcleo del contexto social y cultural  que engloba el desarrollo de nuestros alumnos y el propio. Cada docente es también un hombre de su tiempo. Esta conciencia nos lleva a mirar las tecnologías como un medio más en nuestro contexto, así como lo fue la penicilina en el suyo. Las tecnologías están ahí, al servicio de la educación, solo hacen falta profesores reflexivos y buenos metodólogos que comprendan que aunque intentemos desvalorizar o ignorar la acción de los medios sobre los niños y jóvenes, tarde o temprano, éstos se enfrentaran a los medios “de su tiempo” y es nuestra responsabilidad prepararlos técnica y éticamente en el uso de tecnologías de la información.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Dilema Educativo: Calidaad v/s Humanidad

Qué necesita Chile en materia de educación  ¿Calidad o Humanidad?

Ya lo propone Edgar Morín en el documento "7 saberes para la educación del futuro" (Unesco 2007): finalmente, la educación debería  darse a la tarea de "humanizar la humanidad"; ésto, que parece redundante y casi ilógico, se refiere a que la humanidad es más que un concepto biológico que define una especie, es una visión profundamente ética; enseñar "lo humano de lo humano", para llegar a una convivencia real, plural, pacífica. Desde tal perspectiva, la calidad es una responsabilidad, un derecho, un sello transversal, pero en ningún caso el fin último de nuestra educación. No es la calidad ni las mediciones lo que le dan sentido a la labor educativa.

Recuerdo que hace 4 años, en una conversación sobre profesores y tecnología, con Rodrigo Ponce, Director del CIE de la U. Católica de Chile, me dijo (mientras miraba por el ventanal hacia el Campus San Joaquín): "...los profesores siempre tenemos buenas intenciones y en realidad la labor real de un docente es hacer sociedad, ¿te imaginas si no hubiera educación? estos chiquillos se estarían matando entre si, andarían arriba de los árboles... sería un caos..."  En ese comentario, hay una máxima ética implícita:  La educación humaniza, ésto ha sido así siempre, pero ahora, esta ética comienza a perder protagonismo frente a la falta de calidad.

Fernando Montes s.j, habla desde la labor del profesor y cuestiona: ¿basta con la excelencia académica de los profesores?, ¿qué es la calidad de la educación?, ¿cuál es la vocación verdadera de una profesor, su labor más sublime? Transcribo (en realidad copio) un párrafo de la columna:

"El magisterio es más que una profesión. Formar cabalmente a un ser humano supone algo más que enseñar fórmulas matemáticas o reglas de ortografía. Por cierto, eso es necesario, pero necesitamos con urgencia forjar un temple moral, transmitir valores, formar en disciplina y hábitos de trabajo. No definimos bien en qué consiste la calidad y la definimos con indicadores insuficientes. Me parece superficial e injusto usar como única medida el Simce o la PSU. Me parece una miopía no considerar en toda su importancia las condiciones sociales, las carencias culturales, los vacíos familiares. Un maestro, presionado por todos y por los mismos padres, debe asumir hoy tareas que las familias descuidaron".

En medio de las discuciones sobre la calidad de la educación chilena,  después de los anuncios presidenciales del 21 de mayo, habiéndose conformado un panel de expertos para mejorar el sistema nacional, anaunciada la reducción de unos subsectores y el aumento de otros, me preocupa hacia dónde gira nuestra educación. 
Muchos estándares, muchos incentivos económico, muchas mediciones, muchos mecanismos de evaluación, ¿es ése el fin último de la educación? ¿es éso lo que mueve la labor de un profesor?, ¿la formación humana está pasando a un plano "romántico" en la ciencia de la educación?

Les dejo planteadas éstas preguntas y les invito a leer la columna  que fue publicada en marzo de este año y que me inspiró.

martes, 23 de noviembre de 2010

Reformar la educación CHILENA reconociendo y agradeciendo.

En diversos posteos sobre las reformas anunciadas recientemente por el ministro Lavín, leí cosas como
  • "Dedíquense a hacer clases y a perfeccionarse….."
  • "Los estudiantes de pedagogía queremos que los profesores viejos JUBILEN, dejen los puestos a los más jóvenes, por culpa de ustedes no hay pega, aparte están obsoletos."
  • "Los profesores debemos luchar por nuestra dignidad profesional, si bien es cierto que hay unos más profesionales que otros" 

 Hice un breve recorrido por mis años de escuela, vino a mi mente 1981 en primero básico, se avecinaba una crisis económica, recuerdo las poblaciones callampas en Américo Vespucio y el Zanjón de la Aguada. Un colegio sin paredes, no tenía nombre, sino un número con letras, estaba cercados por mallas, le decían "el gallinero". Las salas eran oscuras. Nos dieron leche con galletas. El segundo día de clases la profesora "mechoneó" a una niña que no quería entrar a la sala de clases y yo no quise volver a ese colegio.
Luego se iluminó el rostro de mi profesora de tercero básico, se llamaba "Myriam Bravo", era joven, parece que estaba recién egresada, usaba pañuelos en el pelo, aros largos, faldas artesanales y un morral. Ella hizo de mi una alumna destacada (después de un primero básico en el que no aprendí a leer ni escribir y un segundo básico que no registré), la recordé enseñándonos una coreografía de "Los Jaivas" y ensenándonos "El cautivo de Til-Til"
Luego, en 5°, el señor Aquiles Lara Lara, nuestro profesor jefe, era un hombre muy joven, alto y de buen humor, especialista en matemática. Lo recordé contando chistes y ayudándonos a organizar el consejo de curso.
Crecí y me matricularon en el Instituto Blas Cañas, en pleno centro de Santiago, corría 1987, la tensión social era insoportable, protestas, guanacos y lacrimógenas en el patio del colegio.  Ahí comencé a recibir educación Técnico Profesional, éramos 2400 niñas. Recordé a Don Rómulo Urrutia, sermoneándonos para que nos comportásemos como señoritas, enseñándonos a hablar correctamente, fuerte y claro, a usar zapatos con taco a los 15 años, a sentarnos con delicadeza en un sofá. Recordé a la Señorita María Angélica, profesora de estadística hablándonos sin pelos en la lengua sobre embarazo, drogas y alcohol y ocultando furtivamente a una alumna con el vientre abultado.  A mi querida profesora "Dola Ríos" enseñándonos la coherencia y rectitud, apostando la vida por sacar de nosotras "lo mejor", impulsándonos a participar en acciones sociales con otros colegios, enseñándonos a liderar, dialogar, corregirnos, pedir perdón y perdonar.

Pensé: ¿se merecen estos profesores que les digan "váyanse para su casa, están obsoletos, déjennos la pega"?
 

La vida, las generaciones han cambiado. Intentando ser muy objetiva, y atendiendo el minuto histórico que vive la Educación Chilena, concuerdo  completamente con la necesidad de contar con profesores que "humanicen la humanidad", que "formen ciudadanos" cuya moral se oriente a la equidad  social, la verdadera democracia y la sana convivencia. Pero hay que hacerse cargo de una triste realidad: hay profesores con escaso capital cultural, que se expresan mal, que no actualizan sus prácticas, que día a día marcan una raya en la pared, descontando tiempo para el minuto de su retiro.
Lo más doloroso es que estos profesores permanecen inamovibles en las salas de clases de los colegios más pobres, perpetuando un modelo fristemente  “mediocre”. Cansados y curtidos ante la realidad social, bajaron sus brazos por que no pueden levantar cursos de 45 alumnos que se drogan, roban, son abusados sexualmente, maltratados físicamente, cuyas familias trafican, manejan armas... en fin, tantas situaciones límite a las que un joven en edad escolar, jamás debería ser “sometido” y digo sometido, porque nuestras políticas económicas, sociales, educacionales “producen” 2 tipos de educación: una que proyecta y otra que condena.
Así, el sistema produce 2 clases de ciudadanos: uno que desde los 4 años  se PROYECTA como empresario, cirujano, investigador, senador de la república, presidente, deportista de elite, intelectual de renombre. Otra educación que “CONDENA” desde los mismos 4 años a ser “con suerte” un obrero calificado o un técnico, (da igual, en Chile éste tipo de educación es de segunda categoría).

Estos profesores y muchas veces “Directores de establecimientos” que sin duda, en algún momento abrigaron altos ideales, ya no pueden más y con justa razón. Esto es, entonces, un problema que trasciende a las políticas de educación, es un problema que emana de la profunda y cada vez más profunda brecha que separa a las clases acomodadas de las pobres.

Creo que estos profesores “cansados” deben salir del sistema y además les debemos un profundo agradecimiento y una disculpa, por haberlos dejado tanto tiempo solos, a la deriva, luchando con precarias armas “en una selva”, por haber depositado en ellos la tremenda responsabilidad de hacer sociedad, más que enseñar contenidos. Por que los obligamos a forjarse autodidáctamente  como psicólogos, asistentes sociales, doctores, orientadores, psicopedagogos, abogados, guías espirituales, padre de los sin padre, madre de niños sin afecto, amigo, guía, compañero y cuando se pudo, profesor.  ¡ Infinitas Gracias a todos ellos! por el temple que demostraron, por años de dictadura en los que les prohibieron enseñar libremente, porque el estado les abandonó y los dejó en manos de las municipalidades y los privados,  y por que quisieron darnos lo mejor, pero finalmente, solo pudieron darnos “lo que pudieron”.

Es hora de renovar, sí, estoy de acuerdo, pero sin olvidar, sin bajar la guardia, sin dejar de reconocer y agradecer. Es hora de reivindicar el perfil del docente, un profesional “dedicado y experto en su materia: la pedagogía”.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Apropósito de cambios curriculares, estándares, desempeños y OCDE, entre otros.

El ministerio de Educación, ha entrado en una "histeria" por mejorar las mediciones Pisa, Simce y PSU. Para ello ha tomado medidas que, según afirman,  se basan  en "recomendaciones" de la OCDE. Podría el ministro mostrar a la opinión pública tales estudios y recomendaciones para comprender el sentido de tales medidas.

También se ha valido de las experiencias de países como Finlandia en materia de educación, lo que resultaría muy eficiente, si esta "copia" (solo de la cantidad de horas) fuese de la mano con la copia del nivel de vida de los finlandeces, el rol del estado finlandés en educación, el reclutamiento de profesores finlandeces, los sueldos de los profesores finlandeces, la formación y actualización  permanente de los docentes finlandeces y el nivel de inverción de Finlandia en educación.

Sabemos que una situación así, no se dará en 4 años de gobierno, pues implica profundos cambios políticos, económicos y sociales. Así que, no seamos ilusos:

domingo, 7 de noviembre de 2010

La Diosa Información, su oráculo y pitonisa, todos en la sala de clases.

"...después se les acusa de flojos, desinteresados, poco éticos, sólo por que consultaron al oráculo de su tiempo he hicieron lo que el desarrollo científico les permite hacer: copiar, repetir, replicar. ¿Acaso en la escuela no estamos haciendo lo mismo? "

(Desconferencia presentada en Barcam Santiago Chile, 6 de Noviembre 2010)

En Edipo Rey se cuenta como el Oráculo de Delfos anunciaba la gloria y la tragedia de los habitantes de Tebas. La palabra oráculo tiene 2 significados: uno es “respuesta de los dioses sobre el futuro”; otro es “templo venerado” al que la gente acude en busca de respuestas.

Observando a las alumnas descubrí que “cualquier duda”, incluso las más pueriles, eran consultadas en Internet: ¡¡¡ Googléalo!!! Es el nuevo verbo mágico, "postéame" el top de la fama en la web. Todo, se encuentra en la red. De hecho, en Facebook aseguran que lo que no está en Internet no existe.

Haciendo un paralelo, me atrevo a asegurar que, Internet es el oráculo post moderno, si algo no sabemos, seguro Internet nos ayuda. Los buscadores son entonces los pitonisos que traducen las preguntas y respuestas de la nueva “DIOSA INFORMACIÓN”.

Aquí es dónde comienza el problema: ¿Qué hacemos los profesores con un oráculo en la sala de clases?, ¿Qué hacer con este pitia o pitonisa que responde las 24 horas del día los 365 días del año?.

La escuela se ha transformado en un “repetidor” de contenidos que están al alcance de un clic. ¡¡POBRES ESTUDIANTES!! Y después se les acusa de flojos, desinteresados, poco éticos, sólo por que consultaron al oráculo de su tiempo he hicieron lo que el desarrollo científico les permite hacer: copiar, repetir, replicar. ¿Acaso en la escuela no estamos haciendo lo mismo?

Pedirle a un estudiante que no copie y pegue, es como haber dicho en 1945 "no use la penicilina".

El asunto no es de ética estudiantil , es metodológico-pedagógico y ética del profesor. Si a mi sala de clases llegó un oráculo que “sopla” cada fecha importante de la historia o cada concepto “nuevo” que quiero enseñar, es obvio que no puedo competir con él, un ser humano no es capaz de contener ni entregar tal cantidad de información. Además, un profesor que repite las metodologías y replica la información incurre en una falta de ética grave, pues la educación muchas veces define el futuro de las personas.

Entonces, el oráculo y su pitonisa nos puso en jaque. Ya no podemos “entregar información en la escuela”, nos toca ENSEÑAR A PENSAR, A DESCUBRIR, A CUESTIONAR, A VALIDAR , A RESPETAR LA DIVERGENCIA, A CREAR, A COMPARTIR, A COMENTAR (entre muchas otras habilidades). El alumno debe construir sus aprendizajes e interiorizar nuevos códigos éticos de colaboración y participación. Además, tarde o temprano, tendremos que asumir que no todos los alumnos de un curso deben aprender lo mismo y de la misma manera, la educación debe abandonar el modelo industrial de producción en serie. El problema, es que ninguna de las habilidades mencionadas es evaluable cuantitativamente. ¿Se imaginan?: María Valenzuela: un 6.0 en cuestionamiento y un 3.0 en comentar.

La educación es un “sistema” que interactúa con su contexto histórico, social y económico. Por ello es complejo pensar en una solución al problema de “la repetición de contenidos”, hay muchos actores que deben involucrarse, y creo, el primero de ellos es el profesor.

Internet nos llenó de respuestas, ahora el maestro debe enseñar a hacerse preguntas necesarias para aprender, elaborar estrategias para solucionar un conflicto, crear. Cumpliendo con esta nueva metodología pedagógica (que no es nada nueva, Sócrates la desarrolla con La mayéutica) que no entrega las respuestas si no las preguntas pertinentes, les planteo el siguiente dilema: ¿Cómo enseñar a pensar, cómo “inteligentificar” éticamente a personas que liderarán una sociedad que aún no conocemos (la futura)? , ¿Qué nuevas asignaturas deberíamos enseñar?

Les aseguro que la respuesta no la entregará el oráculo.


Referencias Bibliográficas:

Taxonomía de Bloom para la era digital http://www.eduteka.org/TaxonomiaBloomDigital.php (4-11-2009)

Los 7 saberes para la educación del futuro. http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001177/117740so.pdf (1-11-2009)

Conectivismo, Teoría de aprendizaje para la era digital. http://humanismoyconectividad.wordpress.com/2009/01/14/conectivismo-siemens/ (5-11-2010)

Informe Mckensey, los 10 mejores sistemas educativos el mundo.

http://www.eduteka.org/pdfdir/McKENSEY_InformeReformaEducativa.pdf (5-11-2010)

Video sobre Educación y creatividad http://www.youtube.com/watch?v=0xnd8YIjt80&feature=related

Freire, Paulo; La pedagogía de la autonmía, 1998.

Kuhn,Thomas S. Estructura de las revoluciones científicas. 2006

Casanova, María Antonieta, Manual de evaluación educativa. 1992



Claudia Calderón G.
Profesora de Educación Tecnológica


La educación mundial no asume el nuevo paradigma.

El currículo escolar, es ideológico. Responde a su contexto histórico, social, económico.
Actualmente la educación opera bajo un modelo convergente: todos los alumnos deben aprender lo mismo y de la misma manera. Una especie de producción en serie de individuos que liderarán una sociedad binaria: o y 1; blanco o negro, con migo o en contra de mi, sirve o no sirve, aprende o no aprende. Este enfoque sobre la persona, tan impregnado de una sociedad comercializada y ultraconsumista, tiene su origen en el pensamiento ilustrado.

El mundo gira, la historia avanza y las personas cambian. Estamos en un "momento histórico bisagra". ES evidente que la irrupción de tecnologías en la empresa, el hogar y la escuela, está cambiando "a las personas" sus formas de aprender y actuar en sociedad.

Visualizar un cambio paradigmático toma tiempo, pero, ¿hasta cuando observaremos? ¿cuándo pararemos de teorizar y ponerle nombres a las nuevas generaciones de individuos? ¿cuando comenzará la acción renovadora?

Comparto este video para inspirara nuevas ideas que aporten a la educación chilena y mundial.